En los primeros minutos se repartieron las canastas ambos equipos y ninguno se despegaba despegaba del marcador. El primer triple se lo apuntó Unicaja, concretamente Killian Tillie. Se llegó al último minuto del cuarto con 21-18 a favor del Girona. El Unicaja dio la vuelta a la tortilla con 4 tiros libres en ese espacio que le pusieron con uno de ventaja.

Tras un inicio de cuarto igualado el Unicaja engrasó la maquinaria y encadenó ocho puntos, lo que les permitió tener una ventaja de +9. El cuadro local intentó acortar esa ventaja, pero el Unicaja defendió su papel en el marcador. Nuevamente el final del cuarto ayudó a que el Unicaja siguiera tranquilo en Fontajau, que se marchaba al descanso con 37-44.

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Como está siendo habitual en los últimos compromisos del Unicaja, la vuelta de vestuarios no sentó bien. Girona encadenó diez puntos seguidos, que le resituaron en la pelea de lleno. No consiguió contrarrestar el cuadro de verde y morado y los locales fueron capaces de ponerse por delante a falta del último cuarto.

Osetkowski puso la igualada, la batalla estaba servida. Volvió a ponerse por delante el Unicaja, con Carter como protagonista. Ambos equipos comenzaron una batalla que prometía resolverse en los últimos coletazos. A partir del último ecuador los entrenadores tomaron protagonismo, puesto que cada detalle era crucial. A falta de un minuto el Girona sacaba cinco puntos a Unicaja, por lo que hacía falta cerrar el partido de forma magistral para evitar el ‘pinchazo’. Después de un último minuto muy medido el Girona jugó bien sus cartas y Unicaja no fue capaz de prolongar la racha positiva que le llevó a ser campeón de invierno.

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