El grupo parroquial del Carmen de Antequera sigue acrecentando la devoción pública a la Madre de los Carmelitas tras su novena, triduo, besa escapulario y culminando este sábado con la procesión por las calles de la ciudad.

Con motivo de las obras en calle Pasillas, este año el grupo parroquial decidía acercar a la Virgen del Carmen a diferentes conventos de la ciudad que también tienen a la Madre del Monte Carmelo como advocación protectora.

A las 20:45 horas, las puertas de la parroquia del Carmen se abrían y salía la cruz parroquial acompañada de devotos alumbrando, guión presidencial, juego de acólitos con el estreno de roquetes, ciriales y el trono de Nuestra Señora en el que sus más de 80 hermanacos portaban este año la Sagrada Imagen con nueva indumentaria portando túnica marrón carmelita con cordón del mismo tono y el escapulario.

Tras salir a la plaza de su barrio, la nueva junta directiva de la cofradía de la Soledad saludaban con su guión a la corporación hermana de parroquia, que durante todo el día desarrolló verbena junto a la plaza. Tras salir a la plaza del Carmen, este año el cortejo descendía por cuesta de los Rojas para llegar a la plaza de las Descalzas donde las religiosas carmelitas hicieron sonar las campanas del templo a su paso.

El recorrido continuó por Calzada donde los últimos rayos del sol iluminaban el rostro de Nuestra Señora y, llegaba la noche llegando a Diego Ponce y subiendo por Maderuelos. Al llegar a Tintes, las hermanas filipenses esperaban a las puertas de la iglesia de Loreto con puertas abiertas del mismo y, la procesión continuaba para encontrarse con las hermanas carmelitas de la orden de la Antigua Observancia del convento de la Encarnación.

Emotivo encuentro de oración y salve con las hermanas carmelitas que en la ciudad también desarrollan novena y cultos a la Virgen del Convento de la Encarnación, donde desarrollan durante el año sus cuidados dulces con los que se les ayuda a la economía de su día a día.

Tras este encuentro, la procesión continuaba por calle Encarnación y giro a cuesta Zapateros donde en San Sebastián esperaba el presidente del grupo parroquial, el párroco también de San Sebastián, don Serafín Corral; acompañado de miembros de la parroquia así como del guión y miembros de la junta directiva de la cofradía del Mayor Dolor.

Subida imponente por cuesta zapateros al son de las marchas de la banda Trinidad Sinfónica de Málaga donde no hubo pausas, y se intercalaron las marchas con las mecidas para entrar de regreso a su barrio carmelita. Allí, emoción y devoción en forma de petaladas y vivas a su paso por calle Río, donde la banda interpretó además la marcha ‘Pasan los campanilleros’ no solo con sus instrumentos musicales sino también con sus voces de forma cantada. Tras el paso por Río, adornada para la ocasión de una forma muy especial, la Virgen del Carmen regresaba tras pasar por su plaza y calle de su nombre a su templo tras la interpretacion de la Salve Marinera para acercarse de nuevo hasta su altar barroco donde nos espera cada día del año.