Los hechos ocurridos durante el mediodía del pasado jueves en Málaga han creado un gran revuelo. Se trata de la enésima aparición de un jabalí (o cerdo asilvestrado) por las calles de la ciudad, esta vez, a plena luz del día y en el distrito Centro. Si bien es cierto que el animal parece fuera de lugar y no realiza ningún gesto intimidatorio, muchos asistentes sintieron cierto temor por su presencia, teniendo en cuenta su procedencia salvaje. Por ello, el Ayuntamiento ha decidido tomar unas medidas para intentar alejar definitivamente a esta especie de las áreas urbanas.

Así lo ha expuesto el Consistorio en una nota muy clara, aludiendo además a la responsabilidad de los convecinos y recordando la prohibición de dejar residuos fuera de los contenedores, algo que atrae a esta especie. Posteriormente, ruegan a los ciudadanos a que no lo sigan alimentando, pues este hecho les hace crear un marco ideal para continuar con su ‘nueva vida’ en la urbe.

La irrupción de jabalíes en entornos urbanos de Málaga no cesa en invierno

Una de las medidas que proyecta el Ayuntamiento es la creación de abrevaderos y plantación de plantas herbáceas en los montes de la ciudad, favoreciendo así a su ecosistema la vuelta al lugar que les corresponde. Cabe recordar que en los últimos años se ha procedido a la exterminación de muchos de estos puntos, lo que les ha obligado a los animales a buscar unas nuevas rutas para su supervivencia. Son muy asiduos por la zona del Cerrado de Calderón o el Limonar, aunque en las últimas semanas se han dejado ver cada vez más por el Centro. Este ha sido el principal causante para que desde la institución tomen medidas drásticas.

La última visita ‘incómoda’

Los vecinos y viandantes del centro de Málaga vivieron que es el verdadero significado de la expectación. Así se respiraba el ambiente ante la búsqueda de un jabalí que andaba suelto por las calles del centro, en el entorno del río Guadalmedina por el puente de Armiñán, junto al colegio de La Goleta. La Policía Local ha desalojado un parque de la zona donde había alguna familia y les ha dicho que «el animal anda suelto y nervioso, que se vayan porque puede ser peligroso».

La búsqueda y el cerco policial con tranquilidad ha dejado una escena muy curiosa con multitud de personas pendientes de que ocurría con este animal asilvestrado al que pretendían reconducir sin que haya problemas ni para la criatura ni para las personas que se pudiese encontrar a su paso. «Es muy grande, debe pesar en torno a unos 80 kilos y esta vez venía solo», comentaba una bióloga presente en la captura del puerco.

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