La Navidad es época de tradiciones y el Málaga comienza a dibujar la suya. Aprovechando el parón liguero, los blanquiazules han organizado en los últimos años una serie de partidos amistosos ante rivales extranjeros, que sirven para medir el grado competitivo con el que vuelven los jugadores tras las pequeñas vacaciones. Esta vez, el cuadro costasoleño se ha enfrentado al Go Ahead Eagles, de la Erevidiese. Los neerlandeses militan en séptima posición y se han convertido en un rival de altura para los malaguistas.

Tal y como pactaron los dos equipos, el choque se ha disputado a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva del Málaga CF. Los entrenadores decidieron preservar sus probaturas, así como las distintas variedades en los onces. Pellicer, como era esperable, salió con la siguiente alineación titular con los menos habituales: Carlos López; Gabilondo, Pastor, Murillo, Dani Sánchez; Izan, Ramón; Yanis, Ochoa, Lobete; Roko Baturina.

La primera mitad transcurrió con un ritmo bajo, tal y como era previsible tras la vuelta a los terrenos de juego. Sin embargo, en los últimos instantes de los primeros 45 minutos comenzó a enturbiarse el ambiente, provocando serios encontronazos entre jugadores de ambos conjuntos. Hasta tal punto que justo antes de finalizar la primera parte, el colegiado principal decidió expulsar a Bobby Adekanye.

Ya en la segunda mitad, llegó el primero para los locales, en botas de Luca Sangalli. El mediocentro, que salió en la segunda mitad, aprovechó una gran combinación en la frontal y, desde ella, batió al meta para poner por delante a los suyos. El Málaga siguió generando oportunidades, pero poco a poco comenzó a recular y conceder metros. Esto lo aprovechó el conjunto neerlandés, que anotó al borde del minuto 90 para empatar la contienda y con un futbolista menos. Con el marcador en tablas acabó el encuentro.

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