Al Málaga le entran las prisas en el mercado. El Málaga afronta las últimas horas del mercado de fichajes con deberes por hacer. El cuadro blanquiazul acometió solo dos operaciones en los primeros días; la rescisión de Loren Zúñiga y el fichaje de David Ferreiro como agente libre. Se marcó la barrera de la segunda quincena del mes de enero para el resto de fichajes y se ha alargado hasta los últimos días.

Los malaguistas incorporarán al lateral diestro Carlos Puga, por lo que ocurre la rescisión de contrato de Bilal. Puga, de 23 años, pertenece al Atlético de Madrid B y llegaría en calidad de cedido hasta el final del curso. Al Málaga le entran las prisas en el mercado

Bilal sería el sacrificado al no contar para Pellicer. El marroquí ha disputado únicamente dos partidos de Copa y uno de Liga, sumando menos de 200 minutos en todo el curso. La necesidad de descanso de Gabilondo requieren de la llegada de un lateral suplente que sí cuente para el técnico castellonense.
Además de esta operación debería llegar un delantero, que es la prioridad en el mercado. Se han descartado varias opciones al rechazar los futbolistas las propuestas malacitanas y se siguen barajando varios nombres.

Al Málaga le entran las prisas en el mercado

Junto a todo esto se podría incorporar un último fichaje para la sala de máquinas como ocurrió en el periodo estival con Manu Molina. Para ello debería ocurrir una salida más o que alguno de los que lleguen ocupe ficha del filial.

Son pocas las horas que restan de mercado y cada vez entran más las prisas. El Málaga tiene el mismo objetivo intrínseco: pescar un caramelito que aparezca por los diferentes movimientos. Las oficinas del Málaga echan humo ante el inminente cierre del mercado en una cuenta a contrarreloj por reforzar la plantilla para la segunda vuelta.