Un trágico suceso ha conmocionado a la localidad de Albuñol, en la provincia de Granada, tras la muerte de un menor de ocho años que se ahogó este sábado en una poza de agua ubicada en el paraje del Río, una zona natural conocida por los vecinos, pero donde el baño está prohibido.

Niño de 8 años se ahoga en una zona prohibida para el baño en Albuñol

El suceso ocurrió poco después de las 20:00 horas, cuando el niño se encontraba junto a unos amigos y un familiar disfrutando de una tarde en el paraje. Por razones que aún se desconocen, el menor se sumergió en una zona del río con una profundidad de algo más de un metro y medio y no logró salir a la superficie. Aunque uno de los acompañantes se percató rápidamente de lo ocurrido y logró sacarlo del agua, el niño presentaba serias dificultades respiratorias.

Los servicios de emergencias, incluidos efectivos del 061, la Policía Local y la Guardia Civil, acudieron al lugar tras recibir la alerta. A pesar de los esfuerzos por reanimarlo y su traslado al centro de salud de Albuñol, los profesionales sanitarios no pudieron salvar la vida del menor.

El Ayuntamiento de Albuñol, profundamente afectado por la tragedia, ha decretado tres días de luto oficial. Las banderas de los edificios municipales ondean a media asta, y todos los actos oficiales organizados por el Ayuntamiento han sido suspendidos durante este periodo. La alcaldesa, María José Sánchez, expresó el dolor y la consternación de la comunidad por la pérdida, describiendo el suceso como una “tragedia” que ha dejado al pueblo en estado de shock.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente. La autopsia determinará las causas exactas del fallecimiento del menor. Mientras tanto, la alcaldesa ha recordado a la población la importancia de respetar las señales que indican las zonas no aptas para el baño, como la del paraje del Río, un lugar que, a pesar de ser frecuentado históricamente por los vecinos, está oficialmente prohibido para este tipo de actividades.

Este suceso sirve como un recordatorio de los peligros que pueden surgir en áreas naturales que, aunque conocidas y queridas por la comunidad, no están adecuadamente acondicionadas ni supervisadas para actividades recreativas como el baño. La comunidad de Albuñol permanece unida en su dolor mientras llora la pérdida de un joven miembro que, trágicamente, ha partido demasiado pronto.