El tenista malagueño Alejandro Davidovich, 28 del ránking ATP, se llevó una gran lección de su reciente eliminación en el ATP de Dubái. Llegó a octavos de final y se medió al sexto mejor del mundo, el ruso Rublev y vigente ganador del torneo del golfo pérsico. Tuvo un gran inicio de encuentro y logró ponerse por delante con un contundente 6-1 en el primer set.

Pintaba bien también el segundo set y tuvo en su mano ganar con hasta varios puntos de partido que no supo aprovechar ante un rival que por un momento ya estaba rendido. Aunque de forma inexplicable le volvió a asaltar el miedo escénico a Davidovich, que le cuesta mucho sobreponerse a rivales del top ten. No se lo podía creer el propio jugador rinconero, que perdió el segundo set por 7-6 tras no saber rematar la faena.

Fue un golpe durísimo y no pudo aguantar los nervios hasta el punto de romper una raqueta. Tras desfogar a tiempo, hizo lo más difícil aún, que es lograr reponerse mentalmente y llegar vivo al final del tercer set, donde volvió a tener opciones de llevarse el encuentro. La segunda oportunidad estaba ahí delante, pero otra vez se le escurrió de entre las manos y acabó cediendo por 6-1, 7-6 y 7-6 en 2 horas y 27 minutos, uno de los partidos más largos del torneo.

Tras esto Davidovich pone rumbo hacia la gira norteamericana. Jugará en en el Masters 1.000 de Indian Wells y el de Miami ante de empezar los torneos de tierra batida, donde logró su mejor resultado el año pasado llegando a la final en Montecarlo.