Los colaores, una comparsa de toda la vida es el nombre completo de esta comparsa. Nene Cheza y Zampi ponen la música y la letra para esta agrupación.

Después de quedarse en semifinales el año pasado con Los veleros, una comparsa de toda la vida, regresa esta agrupación con muchas ganas. Se sube el telón y solo la luz tenue de un par de farolas ilumina la escena. Más tarde, las luces del teatro se encienden y podemos ver a un grupo de comparsistas callejeros con un sombrero de copa, unos tirantes y un chaleco azul. «Aquí te traigo mi colador, no me vayas a echar dos pesetas, mejor llénalo, corazón, con cuatro piedras de La Caleta», dicen en la presentación.

La primera letra que esta agrupación nos ofrece habla de que su pasodoble es de toda la vida, ha nacido en el Barrio de Santa María y suena a Cádiz nombrando a diferentes autores como Pedro Romero. El segundo pasodoble responde a la copla de Tino Tovar en contra de Joaquín Quiñones: «y mientras la envidia se come tu talento, compañero, Joaquín Quiñones será el pregonero».

En la tanda de cuplés se hace un chiste con el tamaño del pene de un vecino y parodia los poemas a la ciudad de Cádiz. «Mirarte me resucita, tacita te lo prometo, que tantas cosas bonitas no caben en mi libreto», así reza el estribillo de esta comparsa.

«Casapuerta 17, calle de Santa María» así empieza el popurrí de esta comparsa que hace un recorrido por las calles de Cádiz relatando una noche de ensayo, una mañana de sorteo y otra noche de actuación en el Gran Teatro Falla. En otra cuarteta, versiona «Si caminito del Falla» de Juan Carlos Aragón para hablar de los entresijos del COAC.

Esta comparsa de toda la vida se despide de la casa de los ladrillitos colorados después de haber defendido su propuesta en preliminares.