Granada inauguró su Semana Santa a pesar de la lluvia. Las precipitaciones hicieron acto de presencia, para validar los pronósticos meteorológicos, pero ni por esas se pudo empañar un Domingo de Ramos que la ciudad había esperado más de un año tras los diluvios de 2024. Las cinco cofradías que inician la pasión granadina pudieron comenzar su estación de penitencia, aunque el Despojado, que salió justo cuando más arreció el agua, tuvo que darse la vuelta y regresar a su Casa de Hermandad. El resto pudo procesionar y estrenar la renovada carrera oficial.