Ya lo dijo Pellegrini, «la fase de grupos no es la fase eliminatoria». Arranca el verdadero camino de la Conference League, la hora de la verdad. La oportunidad es histórica, y el equipo está en su momento más ilusionante. No será fácil, pero la visita del Vitoria de Guimaraes es la primera parada de un trazado sin margen de error hacia un final que tiene el premio de un título europeo.

Empieza lo serio. No es lo correcto, pero es la realidad. Y así lo reconoció el propio Manuel Pellegrini en sala de prensa, dejando claro que nada tiene que ver la forma de afrontar la fase eliminatoria con la fase de liguilla. Por el rendimiento del equipo en sus primeros seis partidos de la competición, ante rivales muy inferiores, quedó más o menos claro que la motivación y la aceleración de la máquina no era, ni mucho menos, la máxima. El saberse con margen de error, y el hecho de que los 24 primeros se clasificaran (aunque fuera disputando una fase previa), permitió a los verdiblancos ir con el freno de mano echado.

Pero eso se acabó, y ahora la obligación es responder desde el primer momento. El equipo tiene una deuda con la afición en Europa. Porque el beticismo no fue con el freno de mano echado en la fase de liguilla. No entendió de rivales desconocidos o países lejanos, se ha volcado con los suyos desde el principio dando lo máximo en cada partido, desplazándose a lugares recónditos del viejo continente y aguantando partidos muy deficientes en casa, en horarios laborables. Por ellos, los jugadores no tienen otra opción que no sea dar el 100% desde el primer minuto y demostrar que van a dejarlo todo por devolverle a los béticos y béticas lo que merecen.

Por ellos, y porque la ocasión que presenta el cuadro del torneo no permite desaprovecharla. Los portugueses no van a ser fáciles, por supuesto que no. Es un equipo que tiene en la Conference su mejor baza este curso y está invicto en la competición. Son rocosos y competitivos, aunque hayan perdido potencial. Pero no son mejores que este Real Betis de Isco y Antony. Ni ellos, ni el posible rival en cuartos, con la Fiorentina en el horizonte de semifinales. La campaña tiene muchos momentos, y los de Heliópolis están en uno muy bueno que hay que aprovechar.

El camino es largo y no será fácil, pero no puede negarse y esconderse la ilusión por la oportunidad de la entidad para firmar una gesta histórica, y que Manuel Pellegrini escriba una nueva página gloriosa en el firmamento verdiblanco. El trayecto hacia la final de Polonia empieza hoy, y el equipo debe demostrárselo a su afición.

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