El Sevilla FC salió goleado frente a un FC Barcelona, que incluso con uno menos, no tuvo que desplegar su mejor versión

El Sevilla FC encaraba el partido de la jornada 23 aferrado a que la magia del Sánchez Pizjuán hiciera su efecto. Enfrente no iba tener un rival sencillo. El FC Barcelona llegaba con la posibilidad de acercarse considerablemente al liderato, después del empate en el derbi madrileño. Sevilla Barcelona

Los hispalenses presentaron varias novedades en el once, a causa de las bajas del equipo. Juanlu y Pedrosa se colocaron en los laterales, mientras que Kike Salas se situó en el centro de la zaga. Gudelj podría regresar así a su posición de centrocampista. Por su parte, los visitantes no se reservaron prácticamente nada. Únicamente Cubarsí descansaría, aunque tendría que entrar de manera prematura al partido por la lesión de Araujo.

Los culés no tardaron en avisar. Seis minutos bastaron para que Pedri pusiera un balón brillante a Lamine Yamal, pero que enviaría Nyland a córner. Ahí no iba acabar la jugada, ya que ese saque de esquina en corto, terminaría en el primer gol para los visitantes. Raphinha pondría el centro para que Íñigo cabeceara la pelota hacia la posición de Lewandowski. El polaco, en un remate poco ortodoxo, pero de killer, conseguiría remachar el balón al fondo de las mallas.

El partido se ponía en contra para los locales en apenas siete minutos. Aunque, para sorpresa de los aficionados hispalenses, el Sevilla reaccionaría de manera instantánea. Tras el saque de centro, un balón en largo a Saúl provocaría el empate. El ilicitano vería en el segundo palo a Vargas, que anotaría el tanto del empate.

La afición animaba a los suyos, ya que veían que sus futbolistas estaban vivos en el encuentro. El Sevilla tendría antes del descanso dos buenas ocasiones. Una de Isaac, en la que desbarató Szczęsny antes de que llegara a tirar; y una chilena de Lukebakio, que repelería el portero polaco.

Al descanso entraría Fermín al campo, futbolista que sería protagonista en la segunda parte. Nada más comenzar, Pedri sacaría la varita a pasear. Con una cucharita, en la que Kike Salas mide mal, Fermín llega para anotar otro gol. El partido se volvía a poner cuesta arriba.

De igual manera que la primera mitad, el Sevilla volvería anotar al instante. Aunque esta vez, Vargas estaba en fuera de juego. Una caída en el área de Sow, provocó la histeria de la grada sevillista. Esa misma jugada, Raphinha fusilaría a Nyland con un derechazo desde fuera del área. El árbitro no concedería el penalti y el gol subió al marcador.

Apenas cinco minutos más tarde, Fermín se pasaría de frenada y se llevaría puesto a Sow. El árbitro le enseñó la amarilla, pero tras ver la imagen en el monitor, decidió sacar la roja. El Sevilla estaría más de media hora con un jugador más. Sevilla Barcelona

La afición se encontraba crispada con su club, que no supo recortar la ventaja. Durante el partido se pudieron escuchar cánticos en contra de la presidencia y de Víctor Orta, aunque lo habitual fue un silencio sepulcral. Para colmo de los aficionados, la ventaja aumentaría cuando Eric García anotó el 1-4 al final del partido.

Con este gol, algunos aficionados abandonaron el estadio cabreados con la imagen de sus jugadores en el campo. La afición no fue la única decepcionada, ya que la imagen de García Pimienta en el banquillo suspirando lo decía todo. Este resultado deja al Sevilla a 6 puntos del descenso, mientras que a los culés los sitúa a dos puntos del liderato.

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